Las 10 personalidades que no tienen éxito con las mujeres
A veces necesitamos tener la noción general de lo que no funciona para aprender a tener una mejor conciencia de lo que funciona. En esta página también, como hemos hecho con las personalidades ganadoras, expondremos, en forma de personalidades-ejemplo, el abanico de los aspectos de la personalidad que deberíamos evitar a toda costa. En la misma medida en la que a cada patrón le puede corresponder un anti patrón, presentaremos aquí, mediante personajes identificables, todo lo que no funciona con las mujeres. Este es el objetivo de cualquier anti patrón, así como de estos ejemplos.
Aquí también los personajes serán enumerados de manera de manera totalmente casual, sin reflejar ningún criterio de importancia o de gravedad. Y hemos elegido el número 10 porque obviamente era un número mágico ante el cual no hemos podido resistir.
Los 10 pringados que no les gustan a las mujeres
1. El Pretendiente por Comisión (PPC)
Es el clásico perdedor que en vez de ir a decirle directamente algo importante a una chica, manda a alguien más, un intermediario, para comunicar generalmente mensajes o declaraciones. Este intermediario puede ser, por ejemplo, una amiga de ella o, por lo general, una amistad común. A veces el Pretendiente por Comisión ni siquiera se sirve de un intermediario, sino comunica enviando mensajes. Históricamente era aquel que dejaba papelitos dentro de la libreta escolar, debajo de la puerta, en el buzón del correo o hasta entre las raíces de un árbol. Hoy, con las tecnologías modernas, ha dejado de lado hasta el factor sorpresa-romántico, enviando correos electrónicos, mensajes de texto o chats, aún teniendo la posibilidad de ver a la chica todos los días.
El que sólo utiliza el internet para ligar es un género de Pretendiente por Comisión, una subclase de éste. Atención, no todos los que utilizan el internet o la tecnología son automáticamente pretendientes por comisión. O sea, usarlo como un medio de seducción adicional es perfectamente legítimo. Es totalmente lícito querer extender el abanico de las oportunidades acercando personas que a lo mejor en la vida real no tendríamos nunca la oportunidad de conocer. La mensajería electrónica le ha dado al hombre nuevos recursos increíbles. Es totalmente OK enviar un mensaje electrónico cuando la distancia o las circunstancias lo requieren. Quien hace esto no es un Pretendiente por Comisión, es sólo uno que aprovecha la tecnología. También se pueden utilizar los mensajes como medio adicional para crear situaciones y sorpresas especiales, en este caso tampoco el hecho de enviar mensajes nos convierte automáticamente en pretendientes por comisión. Es un PPC, alguien quien prefiere exclusivamente la comunicación indirecta para expresar sus sentimientos, renunciando a los piropos, a las miradas, a las frases agudas o a los holas atrevidos.
El Pretendiente por Comisión tampoco hay que confundirlo con un tímido. Este último tiene lados románticos que pueden gustarle a las mujeres si se combinan con otras cualidades masculinas. De hecho la timidez es hasta un elemento atractivo. Por ejemplo, El Caballero es fundamentalmente tímido.
En cambio, el Pretendiente por Comisión es a menudo un mediocre o bien un tímido sin otras cualidades. No gusta porque no tiene iniciativas, ni siquiera tiene el valor de hacerle la corte a alguien. Su problema no es sólo una cuestión de timidez, él quisiera conquistar a las mujeres sin correr ningún tipo de riesgo, sin exponerse nunca.
Las mujeres no sienten gusto por este tipo de personaje, que a menudo es víctima de aquellos famosos mensajes anónimos donde una chica confiesa estar enamorada de él, pero en realidad sólo le está tomando el pelo. No envíe a decir cosas que en realidad sólo usted debería decir y que sólo tienen que ver con usted. El hecho de escribir mensajes románticos no tiene nada de malo si la circunstancia lo justifica. Pero no puede esto convertirse en su único idioma. No sea un Pretendiente por Comisión.
2. El Inseguro
Las mujeres no aman a los inseguros por definición. Estos, al igual que el Pretendiente por Comisión, no aman exponerse y correr riesgos. Pero, contrariamente al PPC, el Inseguro hace intentos concretos con las mujeres, sólo que los hace de manera torpe, incómoda, fuera de lugar e intempestivamente, al punto de hacer notar inmediatamente su inseguridad. Busca actitudes forzosas para recibir aprobación, pone en muestra cualidades que la situación no le da oportunidad de demostrar, es muy ansioso y se jacta, le gusta hacer el papel de alguien que no es. La inseguridad, sin embargo, no es una debilidad, es más bien una costumbre, una posa. Nuestro consejo es:
¿Quiere poner en muestra sus cualidades? Entonces tenga la paciencia de esperar que la misma situación le de la oportunidad de hacerlo. Si al contrario usted es ansioso de recibir aprobación o si tiene prisa que sus cualidades sean reconocidas también fuera de lugar, entonces usted es un Inseguro. El hombre seguro de sí mismo sabe perfectamente que sus cualidades, antes o tarde, hablarán por sí solas de manera inequívoca y no tiene prisa ni nuestra preocupación o dudas sobre el hecho de que esto suceda. El Inseguro, en cambio, hace todo lo contrario. Por muchos, es difícil vencer este problema. Nuestro programa puede ayudarle. Pero sepa que nada es mágico y que no hay nada que se pueda obtener sin un mínimo de esfuerzo, voluntad y trabajo de su parte.
3. El Ambiguo
Peace & Love es una bella teoría en tiempo de guerra, pero es algo flojo en tiempo de paz. El Ambiguo es un personaje poco masculino, como ciertos hippies, naturistas, hombres que nunca han tenido bien claro su papel varonil respecto al femenino y que no saben comportarse como verdaderos hombres. Confunden la igualdad de sexos con la de géneros sexuales, creyendo que no hay diferencias entre hombres y mujeres y que masculino es sinónimo de machista; ignoran que a las mujeres esto les gusta.
Lo sabemos, una de las cosas que atraen más en una mujer es precisamente su feminidad. Más una mujer es femenina, más ella es atractiva, incluso cuando no es bonita, lo que dice mucho. De la misma manera, las mujeres se sienten atraídas por hombres que demuestran masculinidad, no por los que se sienten iguales a ellas y se comportan al límite del gay, sin por esto ser homosexuales.
Ser Ambiguo le ocurre especialmente a alguien que ha vivido toda su vida bajo la protección de sus padres, un individuo que ha sido muy malcriado en la infancia y adolescencia y que, en la vida adulta, luce como un débil, nunca ha tenido la oportunidad de forjar su carácter con la fuerza y la determinación que denotan al macho. Se trata de hombres que nunca ha tenido la necesidad de endurecerse, de desarrollar estas agallas que distinguen al auténtico hombre varón masculino.
Un hombre Ambiguo no es atractivo precisamente porque no inspira confianza a las mujeres, no está en condición de garantizar la protección y la seguridad que tanto buscan. Un hombre así debe por lo tanto trabajar en el plan personal y aprender a enfrentar los problemas de la vida sin tener que recurrir a la protección de su mamá.
A veces, las personalidades perdedoras pueden ser confundidas con las ganadoras, ya que tienen algunos puntos comunes. En cierto sentido, el Ambiguo se parece al Complaciente, pero sin tener las cualidades que resaltan a este último. La diferencia es que el Complaciente mantiene una personalidad fuerte, un espíritu de guía, un papel que ha sido tácitamente establecido. Mientras que el Ambiguo es sólo alguien que no sabe ver la diferencia entre papeles sexuales. Hemos visto como John Lennon era probablemente un Complaciente. Pero éste tenía al mismo tiempo características y actitudes de Ambiguo. Sin embargo era John Lennon y podía darse el lujo de ser ambiguo y al mismo tiempo amado por todas las mujeres del mundo. A usted, un semejante papel no le vendría bien.
4. El Ignopresumido (ignorante y presumido)
Ser ignorante no es una culpa. No todo el mundo ha tenido la oportunidad en la vida de desarrollar una cultura o un nivel de estudios como para permitirse un título de erudito. Sin embargo, ser ignorante y creerse superior es una culpa porque te impide mejorar y te hacer relucir como un auténtico fanfarrón ante cualquier mujer. Es el clásico engreído que se cree el duro de la situación y a veces corre hasta el riesgo de caer en el personaje del Inseguro.
Las mujeres no aman a los hombres que viven sólo para comer, beber cerveza y reproducirse. A ellas les gustan los hombres que tienen un encanto, una personalidad desarrollada y un mínimo de capacidades intelectuales o físicas, pero sobre todo capaces de transmitirle emociones. Si usted sólo es un fanfarrón, no ira lejos. A lo sumo, si tiene algo de músculos y un buen aspecto físico, puede que tenga algún punto inicial a su favor. ¿Pero hasta dónde? El mundo está lleno de otros hombres que están fuertes y tienen buen aspecto y posiblemente con otras cualidades.
Evite por lo tanto ser un Ignopresumido. Si no ha tenido en la vida muchas oportunidades de superarse es hora de comenzar a hacerlo, nunca es demasiado tarde.
5. El Inmaduro
La madurez es sexy y le gusta a las mujeres. Por esto las chicas buscan siempre a hombres mayores que ellas, a veces más viejos. La mujer, por naturaleza, madura antes que el hombre. Por lo tanto no ama generalmente a sus contemporáneos y aún menos perdona a aquellos que son poco maduros considerándolos ineptos para protegerla o por lo menos para darle seguridad, que es, como hemos visto en la página de las bases de la seducción, lo que las mujeres más buscan en un hombre.
Hay un refrán que dice al dormir con un niño se amanece cagados, este refrán no es común en todos los países hispánicos, pero expresa un concepto muy importante. Hay mujeres que se sienten atraídas por hombres más jóvenes que ellas, pero se trata de una estricta minoría y a nosotros nos interesa sólo la mayoría. Somos democráticos, las excepciones no tienen importancia en nuestro método.
En todo caso, aquí no estamos hablando de diferencias de edad específicamente, sino de madurez, no es lo mismo. Un hombre viejo puede ser inmaduro y un hombre joven muy maduro. Por lo tanto existe personaje Inmaduro y reclama sus derechos.
Además, hay formas y formas de ser maduros y hay que evitar justamente aquel tipo de madurez que aburre. En general, es aún mejor evitar ser Inmaduros, es decir, debe evitar de ser un hombre que nunca ha tenido madurez, ni con respecto a su edad.
6. El Cobarde
Por cobarde no nos referimos precisamente a alguien que tiene miedo de fajarse con otros hombres. La cobardía tiene un sentido mucho más general, es decir, se habla sobre todo del hombre que no quiere - una vez más - correr riesgos no sólo con las mujeres, sino en ninguna otra circunstancia de la vida.
El miedo es una emoción del todo legítima. Todos tenemos miedo. Lo que distingue al valiente no es desconocer el miedo, sino controlarlo y vencerlo. Lo que es condenable en el Cobarde es su actitud, la personalidad de cobarde, el hecho de conducir una vida mediocre y no tener ninguna ambición. Es alguien que podría tener más, pero nunca se adelanta por miedo a las consecuencias. La prudencia es buena cuando no es excesiva y es acompañada por el realismo. En breve, el Cobarde es el exacto opuesto del Aventurero. No atrae a las mujeres, no les inspira curiosidad, no las excita. No sea Cobarde y tome su justos riesgos si quiere tener éxito con las mujeres y en la vida en general.
7. El Suplicador, el Mamón
Se trata del clásico tipo que pide los favores de las mujeres como si estos fueran precisamente "favores". No es tímido, pero pretende ligar de manera absolutamente indigna. O sea, a la hora de seducir una chica dice cosas como: "¡Dale, te lo suplico, vamos a tener sexo! ¿Qué te cuesta? etc.". Es un tipo que siempre corre detrás de todas las faldas y nunca arranca una. Precisamente por su misma naturaleza de "mamón", no agarra a las mujeres, no tiene atractivo, a veces les provoca hasta una notable molestia. Es alguien que siempre da la impresión que no ve a una mujer desde hace veinte años.
Que usted lo crea o no, estos tipos existen, y bastante.
En esta categoría entran también los tipos pegajosos. Tipos que se dejan vencer por el encanto de cualquier mujer y son víctimas de éste, no logran estar por encima de su deseo, si tuvieran la oportunidad serían como perros, que en vez de seducir a una mujer irían directo a olerle el culo.
Con este tipo de personalidad, las mujeres tienen la impresión no sólo de estar tratando con alguien que se siente inferior, sino también quien las considera a todas como objetos sexuales y no sabe imponerse, no sabe conducir con dignidad su deseo, sucumbiendo ante éste.
Evite a toda costa ser un Suplicador. Una mujer se conquista, se toma, no se suplica.
8. El Polémico
El Polémico es un hombre negativo, que pasa su vida a criticar todo y todos. Con la excusa de ser un genio incomprendido es en realidad un mediocre que hace recurso a la tarjeta del victimismo para justificar todos sus fracasos. Bien que haya que conocerlo un poco antes de darse cuenta de quien es, es precisamente su negatividad que lo lleva al fracaso la mayoría del tiempo.
Su misma visión negativa del mundo, en efecto, le quita todo impulso. Es demasiado deprimido para encontrar el espíritu necesario para cualquier seducción. Las mujeres no aman estar al lado de hombres deprimidos, ya que estos hombres no ofrecen ningún consuelo.
El problema principal del Polémico es que consuma todas sus energías en criticar sin dejar espacio a cosas más constructivas y positivas. Este personaje emana una energía negativa, la cual es percibida por los demás.
Atención, ser negativo no es sólo problema de mentalidad, puede fácilmente convertirse en un vicio, en una patología de la cual es difícil liberarse. Si usted tiene esta tendencia, trate de trabajar de manera a evitarla a toda costa. Dedique toda su concentración, atención y energía a construir y no a polemizar. Usted no es un abogado y tampoco un político (los cuales polemizan por trabajo y no a causa de problemas personales). Sea constructivo y evite las polémicas innecesarias.
9. El Racionalista, el Calculador
Es un hombre sin iniciativa, que calcula las consecuencias de cualquier cosa y no es lo suficiente espontáneo. Además, siempre quiere racionalizar todo, para él no existen emociones y trata constantemente de dar explicaciones racionales a cada una de sus debilidades. Recuerde sin embargo que las mujeres no aman a un hombre sólo por su bella mente, sino por su capacidad de transmitirle emociones. A la larga o a la corta, el Racionalista aburre a todas las mujeres que están alrededor de él y también a los hombres.
El Racionalista no sabe seducir precisamente porque debe dar a cualquier cosa una explicación racional. Por definición no admitiría cosas, emociones y cualidades que un seductor debe poseer y dominar.
10. El Intelectual
Aquí nos referimos realmente a la actitud de intelectual y no al hecho en sí de ser intelectual. Podemos perfectamente ser inteligentes y cultos y usar estas cosas para seducir. De hecho, todas las veces que un individuo resulta extremadamente interesante es porque detrás de esto siempre hay una gran instrucción, cultura o ambas. No se debe por lo tanto confundir entre ser intelectual y hacerse el intelectual.
En otros términos, debemos usar la inteligencia sin tener la actitud o la personalidad de intelectual, si el juego de palabras expresa la idea.
Pero, por encima de todo, el Intelectual es antipático, puntilloso, pedante, tedioso, frío y leñoso e inseguro (cuando usa su presunta inteligencia para atraer la atención de los demás). No es bastante hombre por ser un Macho y no es lo suficiente interesante por ser un Estable o un Avventurero. En suma, no es el tipo de cosa detrás de la cual corren las mujeres. Si usted es un Intelectual, debe serlo de manera atractiva. No hay nada malo en saber las cosas y en tener una cultura, pero no debe caer en la trampa de la actitud, del esnobismo intelectual.
Conclusiones
Sacando las sumas aquí también, independientemente de estas personalidades de ejemplo, hay que aprender a reconocer los aspectos de la personalidad que no le gustan a las mujeres: las mujeres no aman en general a los tipos poco masculinos, aburridos, inseguros, polémicos, calculadores, sin iniciativas, conformistas, perezosos, aduladores, viscosos, inmaduros o no confiables. La timidez es tolerada sólo cuando es acompañada por lados románticos e interesantes, mientras que no se debe abusar de la inteligencia y de la instrucción y mucho menos ostentarlas. Esta es la lección que hay que sacarle a ese capítulo de nuestro método de seducción.
